(Foto: Julián de la Fuente)
Soy libre
Me deprimo en septiembre y lucho para no volverme melancólico en el caos organizativo. Porque no puedo establecer nada. Ni controlar mi mundo. Ni pasear por la calle sin girar la cabeza e idear nuevos paseos alternativos.
Me hundo en lo nuevo, en lo espontáneo, en lo no habitual. Y recuerdo otros años con los mismos inconvenientes. Con los mismos sentimientos. Con la misma frustración. Con cervezas en vasos de plástico y meadas interminables en árboles oscuros.
Y mi independencia se cercena en este ambiente. Y te busco dentro de una comunidad de chicas iguales. Vestidas al unísono. Con los mismos adornos. Con los mismos pantalones. Los mismos peinados y el mismo tono de voz. Dulce, suave, con sabor a miel en unos labios gruesos, unas pestañas inconmensurables y un cabello ondulado. Sin saber si ahora irás de blanco, rojo, azul, negro, morado o amarillo.
Soy libre para siempre. Y mi libertad no se acabará por ti. Ni por mi maldita conciencia. Ni por la necesidad acuciante de decirte a la cara que estoy enamorado de ti. Que te quiero desde hace meses y que todos los chicos que visitan tu boca no son más que señuelos de mí. Tu amor verdadero. El que te mira desde la distancia y sonríe. El que elude tus palabras y baila.
Ese soy yo. Pero nunca me quitarás mi libertad. Porque, por fin, soy libre para siempre.
Kip.
PD: De Kip: "Pero nunca me quitarás mi libertad".
Soy libre
Me deprimo en septiembre y lucho para no volverme melancólico en el caos organizativo. Porque no puedo establecer nada. Ni controlar mi mundo. Ni pasear por la calle sin girar la cabeza e idear nuevos paseos alternativos.
Me hundo en lo nuevo, en lo espontáneo, en lo no habitual. Y recuerdo otros años con los mismos inconvenientes. Con los mismos sentimientos. Con la misma frustración. Con cervezas en vasos de plástico y meadas interminables en árboles oscuros.
Y mi independencia se cercena en este ambiente. Y te busco dentro de una comunidad de chicas iguales. Vestidas al unísono. Con los mismos adornos. Con los mismos pantalones. Los mismos peinados y el mismo tono de voz. Dulce, suave, con sabor a miel en unos labios gruesos, unas pestañas inconmensurables y un cabello ondulado. Sin saber si ahora irás de blanco, rojo, azul, negro, morado o amarillo.
Soy libre para siempre. Y mi libertad no se acabará por ti. Ni por mi maldita conciencia. Ni por la necesidad acuciante de decirte a la cara que estoy enamorado de ti. Que te quiero desde hace meses y que todos los chicos que visitan tu boca no son más que señuelos de mí. Tu amor verdadero. El que te mira desde la distancia y sonríe. El que elude tus palabras y baila.
Ese soy yo. Pero nunca me quitarás mi libertad. Porque, por fin, soy libre para siempre.
Kip.
PD: De Kip: "Pero nunca me quitarás mi libertad".
En este sí que veo el lado optimista más claramente Kip
ResponderEliminarViva el happysmo!!
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