Aniversario Necio

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Con los ojos fijos


Se levantó. Se puso sus vaqueros Levi’s y la camiseta de Robert de Niro en Taxi Driver. Encendió su Mercedes. Y salió a la calle. Donde sólo había adolescentes bebiendo litronas a escondidas. Graffiteros dibujando arte en las paredes. Mujeres abandonadas. Camioneros intercambiando sus kilómetros con cerveza.

Apagó el motor en aquel aparcamiento al lado del parque. Donde alguien perdió la virginidad. Donde, seguro, alguien se pilló un coma etílico. Donde algún día se escucharon pasos de ska en conciertos de viernes otoñales. Donde alguien perdió la vida y donde se engendró otra. Sangre y sudor. Amor y dolor.

Miró a las estrellas como si fuera el papel albal coloreado de los belenes navideños. Sintió frío. Demasiado frío. Buscó Orión y también la Osa Menor. Algún escondrijo en el universo. Un lugar para resguardarse del frío. Demasiado frío.

Condujo sin mirar a los arcenes por esa carretera olvidada entre dos polígonos industriales. Con los ojos fijos en la línea blanca que se fundía con los faros delanteros. Inmóvil. Sin pestañear. Ni siquiera cuando giró el volante hacía la izquierda y se empotró contra la cuneta.

Había sangre. Sólo un charco de sangre.

Perdió el conocimiento. Cuando se despertó, su mujer le acariciaba el pelo con los ojos llorosos y el gesto preocupado.

- Un día tu narcolepsia te va a matar- le dijo.

Kip.

PD: De Kip: "Algún escondrijo en el universo".

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