Aniversario Necio

martes, 12 de agosto de 2008

Cinco anillos


(Foto: http://www.planetacurioso.com/)

Leía el Diario 16 desde el final hasta el principio. Mi primer recuerdo fue como Ben Johnson volaba por delante de Carl Lewis, mi primer ídolo. Soñaba una y otra vez con ser Fermín Cacho cruzando la línea de los 1500 metros en Barcelona 1992. Justo antes de cambiar mi vida con el ‘Dream Team’ de Michael Jordan, mi segundo ídolo. Mi ídolo eterno.

Quería ser Kevin Schwantz. Quería ser Ayrton Senna. La cintura e inteligencia de Butragueño. La muñeca de Chechu Biriukov. El último disparo de Manolo Estiarte. Los dos Roland Garros de Sergi Bruguera. Las paradas de Lorenzo Rico. Quería ser Perico, su autógrafo.

Jugaba siete horas seguidas al baloncesto, con tanteadores por encima de los mil puntos, mientras chutaba entre dos palos en un campo con la hierba más alta que mis pies. Era el campeón del mundo de tenis de mesa y seguía jugando pese a romperme un brazo. Una pierna. Un esguince en el tobillo.

Le decía a mi padre que se vendría conmigo a USA cuando los Bulls de Chicago me ficharan. Y sería el segundo español en la historia en jugar en la NBA. Sería Drazen Petrovic. Sería Toni Kukoc. Sería la Jugoplastika de Split.

Todos los sábados por la tarde me convertía en Magic en una canasta en una granja. Donde jugaba al bádminton. Donde nadaba como Martín López Zubero. Donde era ese tenista en un pista sin red y delimitada por piedras.

Y trasnochaba todas las noches para ver las Olimpiadas. Algún día estaré en ellas.

Kip.

PD: De Kip: "Leía el Diario 16 desde el final hasta el principio".

2 comentarios:

  1. Quería ser Ayrton Senna. La muñeca de Chechu Biriukov (siempre con sus botas negras, contracorriente).

    Simplemente genial.

    Gracias, Kip.

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  2. Es que Chechu era mucho Chechu con sus triples sin arco...

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