No sé nada de la gente,
¡tampoco me hace falta!
sólo sé que tengo algo
que me destroza el esternón.
Mi inexorable realidad
es sentirme desdeñado,
apestado por la fortuna,
odiado e idolatrado.
Tratado como un perro,
con cuidados especiales,
para que se muera en la calle.
Lugar habitado por el tiempo,
guillotina del ser humano,
paso del desamparo a la libertad.
Kip.
PD: De Kip: "Paso del desamparo a la libertad".
sábado, 23 de agosto de 2008
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