Sobre el cine, pocas son las dudas que pueden generarse: los años 70 cultivaron una generación de directores que convertiría la década de los 80 en diez años de películas espectaculares. Los títulos son centenares, pero, entre todos, puede que destaque una de las cinco mejores trilogías de la historia: Indiana Jones. Sin duda, es la trilogía de nuestra generación, como La Guerra de las Galaxias lo es para los que ahora tienen 30, o El Padrino para los que están cerca de los 40. Indy lo es todo y regresa el jueves 22 de este mes con la cuarta parte (reservad ya la entrada). Espero, sinceramente, que George Lucas no haya cercenado esta película con efectos especiales como hizo con Stars Wars I, II y III; porque, precisamente, una de los grandes éxitos de la trilogía de Indiana (además de la adecuada elección del McGuffin en dos de las tres películas anteriores, excluyendo El Templo Maldito) es sus reminiscencias a los seriales antiguos. Sin embargo, confió plenamente en Spielberg y en Harrison Ford, y en el regreso de Karen Allen, la mejor chica de Indy de toda la saga.
La verdad cuento las horas que faltan para el jueves 22, mientras reviso las tres anteriores películas un día sí y otro también. Y recuerdo como mi padre me llevo a ver Indiana Jones y La Última Cruzada en el Cine Moderno cuando tenía seis años. Apenas llegaba a ver la pantalla, pero esa imagen la tengo en mi cabeza. Al igual que las veces que he soñado con ser Indy. Ya falta menos. El jueves 22 llega el momento. La música de John Williams está preparada. El látigo y el sombrero, también.
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Por encima de su dudosa heroicidad, Indy es un pesonaje mítico del cine. Quizá por eso debería haber quedado enclaustrado en su década. Los nuevos episodios de "La Guerra de las Galaxias" demuestran el infortunio creativo que puede parir un inadecuado engrase de la máquina de fabricar billetes. Son pura mitología para frikis completamente inferiores a las tres pelis originales. Arte menor para que lo celebre el contable de Lucas. No tengo fe ninguna en este Indy del siglo XXI, como no la tengo ya en James Bond, del que prometo escribir pronto.
ResponderEliminarMe alegra, coronel, que no tenga ninguna fe en James Bond, suscribo su pensamiento. Pero al menos dejemé creer en Indy, por lo menos hasta que la vea. Si no, siempre me podrá quedar la trilogía original.
ResponderEliminarPD: Ha prometido hablar de Bond. Dicho queda.
Soldado, nunca confíes en quien regresa de la muerte porque podría devorar tu corazón. Indy estaba muy bien en las videotecas. Me coseré la boca con el hilo dental de mi chuchillo de combate si me equivoco.
ResponderEliminarCoronel, creo que no tendrá que coserse la boca con el hilo dental de su cuchillo. Como añoro el VHS.
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