Ya avise la semana pasada que uno de mis próximos post sería sobre la canción 'Papá cuéntame otra vez' de Ismael Serrano. En realidad, no soy excesivamente fan de los cantautores españoles y, probablemente, esta canción -que critica duramente los en teoría éxitos conseguidos por las revoluciones de la década de los sesenta, en especial, la del mayo del 68 francés- no puede ser considerada en esta sección. Pero, sinceramente, para mí lo más revolucionario posible es hablar de los fracasos de las propias revoluciones pues en el análisis de los hechos está la mejora. Al respecto del mayo del 68, hay dos teorías principales totalmente opuestas. Por un lado, hay quien dice que los éxitos de esa revuelta se consiguieron a largo plazo porque ayudaron a cambiar el mundo socialmente, en especial, las tradiciones, la cultura y la libertad sexual. Por contra, hay quien defiende que lo único que creó el mayo parisino fue una élite de izquierdas snob que se incorporó al sistema capitalista. Yo no sé lo que realmente se consiguió y el mundo posiblemente sea la misma mierda que entonces. No lo sé, por eso os dejo que juzguéis con la canción de Ismael Serrano, cuya letra en realidad es de su hermano, Daniel Serrano, y que abre su primer disco, Atrapados en azul (1997).
También os dejo un link de youtube con el videoclip:
http://es.youtube.com/watch?v=0r4gYWdSkJs
Y un link de wikipedia con la trayectoria de Ismael Serrano:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ismael_Serrano
Por último, la letra de la canción es la siguiente:
Papá cuéntame otra vez
Papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de gendarmes y fascistas, y estudiantes con flequillo,
y dulce guerrilla urbana en pantalones de campana,
y canciones de los Rolling, y niñas en minifalda.
Papá cuéntame otra vez todo lo que os divertisteis
estropeando la vejez a oxidados dictadores,
y cómo cantaste Al Vent y ocupasteis la Sorbona
en aquel mayo francés en los días de vino y rosas.
Papá cuéntame otra vez esa historia tan bonita
de aquel guerrillero loco que mataron en Bolivia,
y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo,
y como desde aquel día todo parece más feo.
Papá cuéntame otra vez que tras tanta barricada
y tras tanto puño en alto y tanta sangre derramada,
al final de la partida no pudisteis hacer nada,
y bajo los adoquines no había arena de playa.
Fue muy dura la derrota: todo lo que se soñaba
se pudrió en los rincones, se cubrió de telarañas,
y ya nadie canta Al Vent, ya no hay locos ya no hay parias,
pero tiene que llover aún sigue sucia la plaza.
Queda lejos aquel mayo, queda lejos Saint Denis,
que lejos queda Jean Paul Sartre, muy lejos aquel París,
sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual:
las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más.
Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam.
PD: Persiguen todos tus sueños. ¿Dónde están? No sé.
lunes, 19 de mayo de 2008
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Yo tampoco tengo claro si el mayo del 68 ha tenido consecuencias especialmente palpables. Creo también sin embargo que si tanto se habla del movimiento y lo acaecido durante aquellos días y mucho menos de lo que sucedió después... Creo más en el componente romántico de esta revuelta que de los resultados en sí mismos que consiguió: la esperanza de un mundo mejor. Mi certeza, 40 años después, es que ya no los cambios, sino un movimiento de aquel calibre, es difícilmente producible. Quizá el sistema haya vencido dentro de una gran mayoría. No obstante, preciosa canción. Me emociona escuchar la fuerza que transmite. Con esta canción,se hace más creíble lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor", una de las directrices de este blog,por otro lado.
ResponderEliminarÁlvaro, totalmente de acuerdo en lo de que una revuelta de ese calibre ya no se puede producir porque el sistema ha ganado. Pero te digo, aun siendo un enamorado del mayo del 68 parisino, que probablemente no se consiguió absolutamente nada y que los mismos de siempre siguen siendo pobres y recibiendo toda clase de vejaciones por parte de los países capitalistas. Los únicos que ganaron fueron los líderes estudiantiles que acabaron, por desgracia, metidos a políticos.
ResponderEliminarPD: No sé si una de las directrices de este blog será que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Prefiero pensar que el pasado nos sirve para mejorar el futuro.
¿y qué podemos hacer para mejorar el futuro? de momemto, voy a volver a escuchar la canción de Ismael...
ResponderEliminarEse no es un mal principio, edu. Y quizá hayas dado en la clave: la cultura y la educación siempre por delante. De todas formas, Álvaro lo sabe, yo confío mucho en los líderes de nuestra generación -los nacidos en los años 80- porque pienso que, por la educación que han recibido, pueden cambiar el mundo.
ResponderEliminarMe temo que pocas veces la cultura y la educación hayan ido por delante, y en España, aún menos. La importancia y el presupuesto de los países desarrollados en educación es de risa. En Estados Unidos, cuando se ha necesitado presupuesto para defensa, curiosamente el perjudicado ha sido el de educación. Bombas por libros. Flaco favor a los ciudadanos del país que gobierna el mundo. Por ahí es donde empiezan sus problemas y se explican muchos de los nuestros. Si tú no fueras tan americano yo tampoco sería tan ruso, dice Muchachito. Tampoco es eso pero visto lo visto...Yo abogo por un término medio necesario donde ambas corrientes parezcan extremas e inadecuadas. Confiemos pues en la generación de los 80 Sergio
ResponderEliminarBuena frase la de Muchachito, aunque creo que con EEUU hay un odio demasiado injustificado porque hay una parte de su cultura -o contracultura, como quieras llamarlo- que es muy interesante. De todas formas, buen eslogan ese de "Bombas por libros", aunque sea tremendamente contraproducente para la evolución. Yo sigo confiando en mi generación, siempre soy optimista.
ResponderEliminarCreo que Ismael Serrano, uno de los sujetos de este hilo, es de una generación anterior...
ResponderEliminarBuena apreciación, edu, pero es que yo no creo en la generación anterior. Al menos en la política, en la música sí.
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