Aniversario Necio

viernes, 23 de mayo de 2008

Vuelve Indy, ¿Vuelve el héroe?


En las últimas horas he estado pensando seriamente si escribir o no sobre la cuarta parte de Indiana Jones (Indiana Jones y La calavera del reino de cristal, 2008) que ayer estuve viendo en el cine. No quería dedicarle unas líneas porque mi pensamiento al respecto cambia cada cinco minutos: a veces pienso que es una digna continuación de la saga y otras pienso que es un abominable final para una de las trilogías que más me han maravillado en mi vida. Al final, y en conclusión, quiero expresar mis pensamientos sin desvelar nada de la película. Sin cortapisas. A cajón.
1. Cuando salí del cine, mi amigo Julián dijo: “A pesar de todo, es una de las películas más entretenidas que he visto en los últimos meses”. Quizá esa sea la lectura más correcta de todas. Algo que tiene que ver con la idea de la que nació la trilogía allá por los años 80. Indiana Jones nació como entretenimiento y lo cierto es que las dos horas de la cuarta entrega no se te hacen lentas. Todo lo contrario: el ritmo vertiginoso del metraje apenas te deja tiempo para la autocontemplación.
2. El humor del viejo Indy ha envejecido bien. Sigue el sarcasmo, la ironía. Indy es un tipo socarrón que sabe ya la edad que tiene. Incluso el personaje se permite licencias humorísticas con su vejez y algunas escenas parecen parodiar al propio héroe.
3. Las referencias a las cintas anteriores de la trilogía –incluso, en tomas y maneras de coger la cámara que repiten las utilizadas en las tres anteriores-, y las referencias al mundo del cine y al estudio de la Historia son más que evidentes. El look de la película consigue situarse en los clásicos seriales de los años 50, una de las ideas principales de Spielberg y Lucas después de que en las tres anteriores películas trataran de imitar el estilo del cine de aventuras de los años treinta.
4. Se echa en falta sobremanera la aparición de buenos –y clásicos- secundarios que pongan el contrapunto al héroe. Indiana tiene demasiada importancia en un film que no consigue contrarrestar tal condición ni con el regreso de Marion Ravenwood (Karen Allen) ni la aparición del personaje de Mutt (Shia LaBeouf).
5. Pese a que George Lucas prometió que no utilizaría mucho el ordenador para las escenas de acción y que Spielberg le pidió a Janusz Kaminski (el nuevo director de fotografía en sustitución de Douglas Slocombe) que intentará simular el estilo de las tres anteriores películas, la acción de esta película en poco recuerda a las escenas de acción de las anteriores. Pese a que algunas escenas están rodadas prácticamente simétricas a escenas de las películas anteriores, los efectos de los ‘genios’ de Lucasfilm Ltd. –y sus distintos agregados creativos- hacen que se eche de menos de forma tangible las añoradas maquetas del cine de aventuras clásico.
Estos son, en definitiva, mis primeros pensamientos sobre la cuarta parte de Indiana Jones. Todavía tengo que verla en alguna otra ocasión, pero la sensación que tuve ayer es que hay una parte de la película que me entusiasmó y otra parte que preferiría no haber visto. Lo que sí tengo claro es que añoro las películas de los 80 y que las revisiones de George Lucas no sirven para nada más que llenar sus bolsillos, puesto que a veces es mejor dejar las cosas tal y como están.


Os dejo un link de youtube con uno de los trailers de la cuarta entrega de Indiana Jones:
http://es.youtube.com/watch?v=SVVm9hyiM90




PD: De mentiras escupidas por el amor más bello.

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