(Foto: www.valladolidwebmusical.org)
Edu me manda su primera colaboración y espero, al igual que digo siempre, que no sea un hecho aislado y que su colaboración con el blog sea habitual en el futuro. Básicamente, lo digo por un aspecto: la calidad y el talento que tiene Edu de una manera innata ayudarán a crear un blog más entretenido para el lector. Gracias, Edu.
Elliot Murphy, música exquisita
Mientras escribo, tengo el placer de poder degustar el último trabajo de Elliott Murphy gracias al regalo de una persona muy especial. ‘Notes from the underground’ se llama el disco y en esta ocasión el artista neoyorkino-francés se hace acompañar de su actual banda: The Normandy all Stars. Se trata de un trabajo con once temas que a buen seguro me encandilará como viene haciendo desde hace tiempo este trovador que aún resiste en el siglo XXI.
Es difícil definir a Murphy, más que nada porque cuando la mayoría de los niños se dedicaban a jugar a las canicas o perseguir un balón por el parque del barrio, él ya tenía colgada una guitarra. Pero no sólo por eso. Porque la sensibilidad de sus letras no se practica, se posee. Y así, con empeño y grandes dosis de talento, Murphy se ha ido labrando una carrera -treinta y cinco años encima de un escenario- olvidada por la gran masa, pero exquisita para los entendidos y para sus propios colegas. Porque el polifacético artista puede codearse, sin pecar de vanidad, con Bruce Springsteen, Tom Waits o el mismísimo Bob Dylan. Tampoco creo que le importe el que su nombre suene menos. Porque Murphy destila en sus conciertos la felicidad propia, la alegría sobre el escenario de su vida. Y la modestia. Y eso le basta. Seguro.
De aquí a un tiempo, el trovador ha encontrado su reflejo en la guitarra del francés Olivier Durand. La conjunción de ambos tornan la expresividad en inefabilidad; la melancolía en arrebato; la sencillez, en obra maestra. Hace apenas mes y medio se dejaron caer por el Teatro Moderno y Guadalajara estalló en rock and roll. Sin cortapisas, con corazón; con pasión, sin artificio. Los astros se conjugaron aquella velada de primavera para dar paso en la noche alcarreña a la coherencia y honestidad de uno de los grandes del rock and roll. Aunque a él le dé igual serlo. Aunque sin duda lo es.
Edu.
Tiene cara de perdedor y lleva camiseta morada. Es de los nuestros este Murphy.
ResponderEliminarNo lo sabes bien, coronel: Murphy es uno de los nuestros. Habrá que agradecérselo a edu.
ResponderEliminarOjalá todas las derrotas, más si se prolongan durante treinta y cinco años, fueran tan estimulantes como la de Murphy. NO hay de qué, DJ.
ResponderEliminarCoronel y edu, ya me conocéis: adoro más la derrota que la victoria, es más divertido así. El bueno de Murphy ha hecho lo que ha querido durante 35 años y, aunque para muchos eso sea una derrota, para mí esa es la mayor de las victorias. Saludos a los dos de un fracasado.
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