Aniversario Necio

domingo, 25 de mayo de 2008

¿La virtud de ser periodista?

Seamos serios: los periodistas son prostitutas de alto standing. Los medios de comunicación son sugerentes casas de lenocinio. Estoy harto de plumillas que se creen el centro del mundo. De mentecatos que se consideran superiores al resto de los mortales. Estoy harto de informaciones veladas y de mentiras. De profesionales con intereses ocultos que se convierten en meros transmisores de los ideales de empresas y partidos políticos. Estoy harto de periodistas-funcionarios, de vagos, de maleantes, de 'juntapalabras'. Harto del que cree que tiene más talento que Machado. Del que se hace periodista para aparentar. Del que es amigo del alcalde. Del que comparte mantel con el concejal. Harto de ineptos que promocionan antes que la gente válida. De 'chupócteros', de hipócritas y fanfarrones. De los que se creen lo suficientemente interesantes como para poder guiar la vida del ciudadano de a pie. Harto de tertulianos, de analfabetos, de maleducados. Harto de los columnistas, de los articulistas, de la televisión. Harto de competidores, de amigos que te matarían por una noticia. Harto de las exclusivas. Harto de lo políticamente correcto.
Lo reconozco: Hoy siento vergüenza de ser periodista. Hoy siento asco de ejercer una profesión que he amado y respetado desde que tengo uso de razón.

PD:Y recuerdo aquel día como si fuera ayer, aunque hayan pasado años.

22 comentarios:

  1. Por estar dentro, por tener la virtud y la ocasión, deberías sentirte orgulloso, porque tú puedes cambiarlo.

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  2. Un creyente cauto25 de mayo de 2008, 14:52

    Estoy de acuerdo con lo que has dicho, hay, y mucho, de todo lo que cuentas. Sin embargo, y dado que lo que quiero es dedicarme a esta profesión, prefiero mirar a los buenos espejos para estar lo más cerca posible de ellos en un futuro. Toda esa carroña existirá, y parece que cada vez más por ese mercantilismo y esos intereses existentes en todos sitios, pero siempre quedará gente buena. A tu mismo alrededor, que dignifiquen este trabajo. No quiero engañarme tampoco y soy consciente de que, según el escalafón vaya en aumento, los trepas se habrán reproducido en consecuencia...lo que hay que evitar es que tu y tu propio entorno se manchen de esta basura. Recupera la fe bajando un poco en las entradas y viendo la foto de "uno de los más grandes".

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  3. A edu: Quizá pueda cambiarlo. Me siento orgulloso de lo que hago porque amo el periodismo, pero no me siento orgulloso de lo que veo. Me he quedado corto con lo que he escrito.

    A un creyente cauto: Me alegro de que busques buenos espejos. Eres joven, idealista, y te queda mucho por aprender. Gracias por recordarme a Segurola. Algo es algo. Aunque seguro que él también habrá visto muchas cosas de lo que yo digo. Y el talento no es lo único que un periodista debe tener.

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  4. Aparte de por tus propios actos, me imagino que también puedes dignificar el periodismo levantando la voz ante lo que ves, ¿o acaso no serviría de nada? me temo que no.
    Creyente cauto, sigue por tu senda, sigue con tus pensamientos, no intentes mancharte jamás y, cuando lo hagas, lávate enseguida. Y sigue creyendo, por favor.

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  5. Edu: Muy buenos consejos para un creyente cauto. En cuanto a lo que me dices a mí, te respondo: yo ya lo he hecho. Ahora espero que una persona a la que aprecio también lo haga. A su manera. Con su talento. Aunque no sé si servirá de mucho.

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  6. Pero aquí es lanzar papel contra muros... sólo sirve de desahogo personal, muy recomendable, pero no creo que alcance objetivos mayores.

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  7. Edu, tampoco sé que objetivos persigo. Sólo sé lo que sé. Y no quiero saber más. Sólo quiero que la gente pueda desahogarse. Esa es mi revolución.

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  8. Ya sabes mucho. Bendita revolución.

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  9. Un creyente cauto25 de mayo de 2008, 15:20

    Intentare no apartarme de la vía, tendré la esponja a mano de todas maneras. Intentaré seguir creyendo en una religión que de vez en cuando demuestra que las buenas obras existen pero escasean y donde, ciertamente, son más llamativas y televisivas las estafas. No abandono mi fe, no obstante. Como Edu, creo que una denuncia aquí es más un desahogo que otra cosa pero una vida sin desahogarse es insufrible

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  10. A edu: Sé más de lo que me gustaría. En la ignorancia está mi felicidad.

    A un creyente incauto: Nunca pierdas tus sueños. Tropieza y vuelve a levantarte. Te regalaré la esponja y permitiré tus desahogos en este blog.

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  11. Estoy de acuerdo con edu. Es cierto que puede que sea joven e idealista, como habéis comentado anteiormente, pero creo que lo que tenemos que hacer nosotros es trabajar de acuerdo con nuestra conciencia y no mirar lo que hacen otros. Es cierto que nuestra profesión está llena de indecentes pero, ¿en cual no los hay? Lo importante es que tu te sientas orgulloso de lo que haces y que puedas decirte cada día que eres un PERIODISTA con letras mayúsculas. En definitiva es lo único que importa.

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  12. Posiblemente tengas razón, David, y al final esa es la única razón verdadera. Pero no por ello hay que callar cuando tu profesión debería ser mejor. Cuando, en definitiva, la gente debería ser mejor.

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  13. David, te doy la razón en la primera parte de tu exposición: debe sentirse uno orgulloso. Mantén ese ideal, sin embargo, eso de que "en definitiva es lo que importa"... Discrepo, en un trabajo confeccionado con una carga social, de cara a la ciudadanía, hay que pedir algo más que orgullo personal. Hay que pedir, veracidad, rigor, objetividad. Profesionalidad.

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  14. Veracidad, rigor, objetividad...Profesionalidad. Parece, edu, que estás citando todas las carencias de los periodistas actuales.

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  15. No podía estar mas de acuerdo con vosotros compañeros. Animo para que podamos cumplir esos ideales del periodista jaja

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  16. Lo verdaderamente lamentable, David, es que sean ideales y no realidades.

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  17. Quiero que el coronel vuelva para enseñar a sus tropas.

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  18. Me apunto a la petición. ¿Dónde diablos está el coronel?

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  19. Lo importante es que vosotros, cuando termina el día, estáis satisfechos de vuestro trabajo y tranquilos porque procuráis hacer lo máximo posible para transformar esos ideales en realidades. Siempre hay garbanzos negros a nuestro alrededor. Lo importante es no ser uno de ellos. Allá cada cual con su conciencia.

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  20. Sabias palabras, hermano. Que pena que la utopía nunca sea acorde a la realidad.

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  21. Los coroneles damos a veces instrucciones que no entienden los tenientes, los tenientes dan otras que no comprenden los soldados... Y yo, a veces, desde lo alto de mi colina, miro con mis prismáticos la batalla que había dibujado previamente en la pizarra del cuartel y pienso ¿Qué cojones se supone que están haciendo esos reclutas de pacotilla?
    Igual si hablásemos en vez de dar órdenes todos veríamos igual esta puta guerra.

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  22. Le piso los talones, coronel. Totalmente de acuerdo con sus palabras, pero mi teoría es otra: quizá si habláramos en vez de dar órdenes, no tendríamos que surfear en ninguna guerra.

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