Aniversario Necio

lunes, 22 de diciembre de 2008

Cuatro razones


- Entiéndelo como quieras, porque no te lo podré explicar.

Cuando cerró la puerta del coche sonaba aquella preciosa canción de Arcade Fire. Era un día de esos en que la gente te pisa en los bares y él terminaba de rodillas buscando por el suelo chapas de Russian Red. Esos días en que la espalda oprimía su consciencia y tenía que pedir otra cerveza para poder olvidar su mareo. Días en los que se sentía Jake Gyllenhaal en ‘Donnie Darko’ y veía conejos gigantes al final de la calle.

Había cuatro razones –probablemente muchas más– para darse la vuelta y sólo una para seguir bajando esa cuesta. Pensó en ello mientras resguardó sus frías e insensibles manos en los bolsillos de su abrigo. Con sus ojos vidriosos por culpa de las luces estroboscópicas de discotecas a las que sólo se les da una oportunidad. Con su camisa blanca impoluta recordándole que era ya un post adolescente aburguesado. Ni siquiera recordaba los quemazos que llevaba en sus brazos.

No quería encontrar los razonamientos que razonaran sus razones. Entendía que la única lógica de la vida es que las relaciones humanas se basan en la ilógica más pura. En los susurros y la timidez de manos que se entrelazan a escondidas. En la libertad de no tener que razonar.

Porque había cuatro razones para no bajar por esa cuesta y sólo una era la acertada.

Kip.

PD: Sin que sirva de precedente, hoy no es de Kip, sino de la película ‘Donnie Darko’. Resume perfectamente lo que yo opino sobre las personas:
“- Eres diferente.
- Lo siento.
- Pretendía ser un cumplido”.

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