- Me cago en la puta.
Intercalaba tacos cada dos palabras. Quería parecer más rudo de lo que realmente era. Ocultar esa flema de burgués que siempre le había acompañado. Desde que se cagaba en los pantalones cuando los yonkis le perseguían por el parque para robarle el dinero de sus drogas.
- ¡Cabrón de mierda! –gritó– Este es el peor tequila que he probado en mi asquerosa vida.
El camarero le miró con la cara que ponen las personas a las que no les importas nada. Aquellos que seguirían follándose a sus putas aunque le dijeran que su hermano pequeño retrasado había muerto aplastado por un camión de una tonelada.
- ¡Es que nadie tiene fuego en este puto bar! –soltó de nuevo. Pero nadie contestó.
Rebuscó entre sus bolsillos y encontró un mechero perdido en algún agujero. Se colocó el paquete e hizo una señal para que el camarero le volviera a servir otro chupito de tequila. El humo de aquel cigarrillo le tranquilizó.
- ¿No cree usted que ya ha bebido suficiente? –le requirió el camarero.
Él se sintió extrañado. Por nada del mundo, ni por el mejor culo que pudiera encontrar en las revistas de los lavabos de la clínica de inseminación artificial, se hubiera imaginado que el camarero con pinta de folla-putas podía preocuparse por su estado de embriaguez.
- ¡Cállate! –contestó con tal vehemencia que pareció un mortal escupitajo en la cara– Hoy me han echado del trabajo y me pienso beber todo lo que quiera hasta que llegue arrastrándome al banco más frío de la calle. A lo mejor, con mucha suerte, hasta me acompañe esa rubia que se toca sus patas de gallo en el fondo de la barra –prosiguió señalando a una cuarentona con medias de rejilla y pintalabios rojo.
El camarero dejó la botella de tequila mejicano junto al vaso de chupito, le devolvió su arrugado billete y cambió la canción que sonaba.
Kip.
PD: De Kip: "El camarero le miró con la cara que ponen las personas a las que no les importas nada".
Intercalaba tacos cada dos palabras. Quería parecer más rudo de lo que realmente era. Ocultar esa flema de burgués que siempre le había acompañado. Desde que se cagaba en los pantalones cuando los yonkis le perseguían por el parque para robarle el dinero de sus drogas.
- ¡Cabrón de mierda! –gritó– Este es el peor tequila que he probado en mi asquerosa vida.
El camarero le miró con la cara que ponen las personas a las que no les importas nada. Aquellos que seguirían follándose a sus putas aunque le dijeran que su hermano pequeño retrasado había muerto aplastado por un camión de una tonelada.
- ¡Es que nadie tiene fuego en este puto bar! –soltó de nuevo. Pero nadie contestó.
Rebuscó entre sus bolsillos y encontró un mechero perdido en algún agujero. Se colocó el paquete e hizo una señal para que el camarero le volviera a servir otro chupito de tequila. El humo de aquel cigarrillo le tranquilizó.
- ¿No cree usted que ya ha bebido suficiente? –le requirió el camarero.
Él se sintió extrañado. Por nada del mundo, ni por el mejor culo que pudiera encontrar en las revistas de los lavabos de la clínica de inseminación artificial, se hubiera imaginado que el camarero con pinta de folla-putas podía preocuparse por su estado de embriaguez.
- ¡Cállate! –contestó con tal vehemencia que pareció un mortal escupitajo en la cara– Hoy me han echado del trabajo y me pienso beber todo lo que quiera hasta que llegue arrastrándome al banco más frío de la calle. A lo mejor, con mucha suerte, hasta me acompañe esa rubia que se toca sus patas de gallo en el fondo de la barra –prosiguió señalando a una cuarentona con medias de rejilla y pintalabios rojo.
El camarero dejó la botella de tequila mejicano junto al vaso de chupito, le devolvió su arrugado billete y cambió la canción que sonaba.
Kip.
PD: De Kip: "El camarero le miró con la cara que ponen las personas a las que no les importas nada".
Interesante. Se nota que has leido a los grandes. Welsh, Bukowski...
ResponderEliminar¿Es tuyo Sergio?
Este relato podría estar en 'La vida en pijama', eh???... jajaja...
ResponderEliminarComo os gusta chuparos las pollas...
ResponderEliminarAnda que no, como os mola el temita... Yo te digo y tú me dices.
Sois buenos los dos cabrones, al final me haréis lector y todo.
Un saludo Sergio. Estas navidades nos vemos, que prometen Y MUCHO…
Deseando estoy, Kako, que ya sabes que siempre que nos vemos lo pasamos de puta madre y nos pillamos buenas borracheras... PD: Pásalo bien este puente por Tartanedo, que ya me ha dicho Nach que vienes para la provincia...
ResponderEliminarKako, si tú te haces lector, yo me vuelvo fotógrafo. Y además de esos pedantes. Y el mundo girará al revés. Y caminaremos por los techos. Cagaremos por la boca. Comeremos por el culo. Que se yo...
ResponderEliminarCon lo que me costó conseguir que te leyeras un libro, el gran "Escoria" de Irvine Welsh. Yo ya pensaba que te habría enganchado a la lectura, y na, mira los otros dos que te dejé del mismo escritor. Tiraos por tu cuarto. Por cierto, devuélvemelos ya, cabrón.
Ya sabía yo que tenías que hablar de 'Escoria'... jajaja...
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