Aniversario Necio

lunes, 14 de julio de 2008

La necesidad de que la mirada sea correspondida


(Foto: http://www.desconexioncubana.com/)

La necesidad de que la mirada sea correspondida

Ese anhelo fue necesario. El silencio, también. Los sonidos sordos del beat de aquel éxito house. El sol reemplazando a la luna. Mi corazón bombeando. La gente gritando al ritmo de la música. Zapatillas de marca golpeando en el suelo.

Ni siquiera te había visto. Andaba demasiado ocupado en la sonrisa de esa chica. En sus pasos de bailes llenos de vitalidad. En sus ojos mágicos. En los pequeños saltos rítmicos de placer visual. Pero noté tu presencia. Tímidamente. Con esa aire de superioridad. Lleno de pureza. De inocencia. Lleno de verdad. De amor. De eternidad.

No sé lo que me están diciendo. Me pongo la capucha y me enciendo un cigarro para pensar sólo en ti. Me miras disimuladamente y empleas una media sonrisa mientras le dices algo al oído de tu amiga. Ella también me mira y se ríe. Yo no aparto los ojos de ti desde hace un buen rato. Bailo una nueva canción house como si fuera la persona más feliz del mundo. Me vuelves a mirar y mis ojos se entrecruzan con los tuyos. Giras la cabeza como la adolescente que se ruboriza cuando alguien le entrega su corazón.

Tengo que ir a mear. Rezo para que sigas cuando vuelva. Allí estás, en la lejanía, mirando a ver si vuelvo yo también. Intercambiando sueños con tus amigas. Deseos futuros. Regreso con pasos dos metros por encima del suelo. Con la mirada clavada en ti desde cien metros. Pensando si tengo que decirte algo. Si no será mejor que todo se quede sólo en una mirada. En cien miradas. En mil miradas correspondidas.

Pasan las horas como si fueran segundos dentro de este micromundo que han creado tus ojos y los míos. Tus amigas quieren irse. Tú remoloneas en busca de alguna palabra. Yo sigo impaciente. Mirándote. Pero mudo. Te vas, girando la cabeza hasta que te pierdes por el horizonte. Yo me echo la culpa. Sufro por callar. De repente, me doy la vuelta y estás de nuevo. Con ese aire virginal. Esa media sonrisa perturbadora. Tan ingenua, como pícara. Me despides con tus ojos. Con la necesidad de que mis labios suelten alguna palabra. Un simple hola bastaría.

No te digo nada. Te vas. Nunca más te volveré a ver. Te quiero. Te buscaré hasta el fin del mundo.

Kip.

PD: Repetitiva de Kip: "Lleno de verdad".

6 comentarios:

  1. Cuántas veces, aunque no suele ser con un fondo de House, me habré sentido así...muy real Kip, me ha gustado mucho.

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  2. Si en el caso de Kip es música house, en tu caso sería hip-hop... Todos nos hemos sentido así alguna vez, aunque a veces es el alcohol el que nos juega malas pasadas con las miraditas... PD: Lo ves, Alvarín, tienes que escribir cosas deprimentes y melancólicas... Es lo tuyo... jajajaja...

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  3. Yo estoy absorto con los artículos de KIP, son la ostia con un lado romántico y por otro vulgar (véase ir a mear).

    Alvarin, te toca!

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  4. jajaj q va,la única canción de hip-hop que he oido de fiesta en mi vida ha sido Puto, de Molotov. Bueno,si acaso la típica Excepción pero... más bien sería con una canción del tipo de Muchachito o algo así. Estoy de acuerdo con lo del alcohol, aunk a veces hace las cosas más interesantes. jajaj, seguro que antes o después terminaré volviendo a lo mío...

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