Aniversario Necio

jueves, 26 de junio de 2008

La metáfora imposible

Busqué la metáfora imposible. Tu cabello. Aquel santo grial. Pero fue antes. Cuando yo salía por las noches e intercambiaba sueños por alcohol. Mucho antes de que madurara. Mucho antes de que me hiciera asquerosamente mayor y casero. Fue justo en el momento de efervescencia. Cuando todas las injusticias me parecían guerras santas. Cuando desafiaba a todo el que pensara diferente a mí. A los hijos de puta que jodían el mundo.

Ya no soy así. Ahora reposo mis impulsos. Ahora no intercambio sueños por alcohol. Quizá claudique a tu mirada, pero no seré de nuevo víctima de mis sentimientos de culpa. He cambiado la espontaneidad por el consejo. El habla por la escucha. A Mañas por Sartre. Los bares de madrugada por una buena conversación. Ya no me culpo de lo que dejo de hacer. Ya no me avergüenzo de las nocheas pasadas. Ya no pienso en ti.

Porque encontré la metáfora imposible. Y la hice tinta en el papel. Una y mil veces más. Hasta llegar a ser la cosa más vulgar del mundo. Cualquier anodino funcionario en un mundo de burocracia. Una amapola roja. Un programa de la prensa rosa. Una telenovela venezolana. Sin citas para la historia. Con una ausencia total de melancolía al desamor.

Tú fuiste esa metáfora imposible. Ahora lo sé. Porque ahora sé que eres inmensamente olvidable. Ahora sé que eres nada.

Kip.

PD: Lo conseguí. Gracias. Ahora puedo ser feliz.

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