La lucha por la supremacía

Acorde con la actualidad, David me envía un nuevo artículo que versa sobre el mundo del deporte. En este caso, es una sentida columna sobre uno de los mejores deportistas que ha dado España en toda su historia: Rafa Nadal. El tenista manacorí -coincido plenamente con David, puesto que Nadal es uno de mis deportistas preferidos- juega hoy mismo ante Roger Federer -el mejor tenista de todos los tiempos- su cuarta final consecutiva en Roland Garros, torneo del que es tricampeón. Gracias, David.

La lucha por la supremacía

(Foto: www.eltenis.net)

Rafael Nadal Parera (3-6-1986). Según el ránking ATP, el segundo mejor jugador de tenis del mundo por detrás de Roger Federer desde hace tres años. Ser el número 2 del mundo durante tanto tiempo podría ser mal síntoma, pero nada más lejos de la realidad. Estar tan solo por debajo de un tenista como Federer no es sinónimo de perdedor o fracasado sino todo lo contrario. Significa ser mejor que el resto de tenistas del mundo y, significa también ser el primer tenista de los mortales, ya que Federer parece de otro planeta. Si además a esto le añadimos que a ese “extraterrestre” le da pánico jugar contra nuestro Nadal las sensaciones no pueden ser menos que extraordinariamente satisfactorias. Son muchas las ocasiones en las que el manacorí ha derrotado al suizo, especialmente en tierra batida. De hecho, Nadal ha sido el verdugo de Federer en los últimos tres años del torneo más prestigioso sobre esta superficie, Roland Garros. De ahí el miedo que el suizo siente hacia nuestro Nadal.
Pero más allá de comparaciones, lo de este chaval de tan sólo 22 años es más que admirable. Su coraje y continuo afán de superación enamoran al espectador. Y su humildad y saber estar le hacen ser un verdadero ejemplo de deportista. Con él sí que se puede decir que la fama no le ha cambiado. Nunca se le ha visto negar un autógrafo, ni una fotografía a las personas que se le han acercado, algo que no es muy normal en este mundo lleno de deportistas afamados y ricos que transmiten soberbia y prepotencia por allá donde van. Por eso es un ejemplo Rafa, no sólo por su calidad en la pista. El carácter que transmite en cada partido hace que no le resulte indiferente a nadie. Su expresión ¡Vamos Rafa! que le sirve para motivarse en momentos difíciles, se ha convertido en el grito de guerra de sus aficionados que le siguen incondicionalmente por todo el mundo, aunque sea por lo televisión.
Por último me gustaría desearle larga vida a este crack. Ojalá siga cosechando tantos éxitos como hasta el presente porque se lo merece. Sin ir más lejos hoy mismo tiene la posibilidad de conseguir su cuarto título consecutivo de Roland Garros. Que la fuerza te siga acompañando.

David.

PD: Pese a que ella le negó su recuerdo.