Queremos una entrada nueva

(Foto: Carlos Bonilla)

Si he de ser sincero, no quería publicar esta entrada. Especialmente, porque siempre me he sentido mejor en un segundo plano y que los halagos, aplausos y suspiros fueran para otros. Yo me limito a trabajar y a hacerlo de la mejor manera posible para estar a gusto conmigo mismo. Una tarea complicada y a la vez imprescindible para mi happysmo. Pero, finalmente, he decidido publicar esta entrada por dos únicas razones:

- En primer lugar, porque concebí este blog como un espacio para compartir mi ser con vosotros y, principalmente, para que todos aquellos que necesitábais manifestaros pero no encontrábais la forma, tuviérais un vehículo para hacerlo.
- En segundo lugar, y lo que es más importante, porque esta entrada quiero que sea un tributo para todos aquellos compañeros y amigos que desde aquel viernes fatídico no puedo ver diariamente.

Recurriré de nuevo a mis adoradas ironías de la vida para anunciarlo: ayer me galardonaron con el primer premio de la primera edición del Premio Periodismo Deportivo 2008 de la Asociación de la Prensa de Guadalajara y la Diputación Provincial. Justo en el mes que peor me ha ido a nivel profesional –ni de coña a nivel personal, soy happy a más no poder–, reconocen mi trabajo. Es un gran honor, pero, sobre todo, precisamente porque hayan reconocido un trabajo al que le dediqué mucho tiempo y no sólo en jornada laboral, sino también en veladas nocturnas de verano en mi habitación.

Pero, realmente, no es sólo un reconocimiento a mi trabajo, sino que también es un reconocimiento a toda esa gente que hizo de la sección de Deportes de Guadalajara 2000 (Siglo XXI) una sección de la que sentirse realmente orgulloso. Ahora ya no están, por desgracia, pero este premio es de toda esa gente que lo merece tanto –y mucho más– que yo. Ellos ya saben de quien estoy hablando.

Este premio también es de mis amigos/as y de mi padre, mi madre, mi hermana y mi cuñado; de las personas que me hacen sonreír aunque sólo las conceda “diez segundos” de mi vida, de todos aquellos que me han animado a seguir escribiendo, de todos aquellos que ya no están conmigo, de todos ‘Los Necios’, del Guadalajara 2000 –o lo que queda de él–, que fue el primero que me dio la oportunidad de sentirme periodista; y de todos aquellos compañeros que me han ofrecido trabajo a lo largo de estos años. Ellos también han sabido reconocer mi esfuerzo.

Pero, sin lugar a dudas, este premio es sobre todo de cuatro personas. De cuatro perdedores como yo, que me dan fuerzas cada día para seguir ejerciendo una profesión que he amado con locura desde que tenía cinco o seis años y que, cada vez, odio con más profundidad. Este premio es, más que mío, de:

Mis dos gurús de la vida:
- Juan Francisco Cabellos Letón.
- Ricardo Clemente Peralta.

Mi ahijado, la persona que mejor crónicas escribe del mundo:
- Javier Ibáñez Fernández.

Y mi jefe, mi amigo, mi mitad profesional de la que nunca me separaré:
- Eduardo Rodrigo Medina.

PD: Sé que la foto la puse hace poco, pero es de las pocas que tengo en mi ordenador en las que salgo en alguno de mis sitios habituales de trabajo...
PD2: Nadie sabe lo que me hubiera gustado que el premio no me lo hubieran dado a mí, sino a aquel espectacular reportaje que presentamos los tres. Hubiera sido un epitafio precioso para una gran sección. Lástima que la vida no entienda de justicia.