Aniversario Necio

lunes, 2 de marzo de 2009

Cénit (II)


(Foto: http://www.pepetonito.com/)

Gracias. Eso es lo único que os puedo decir. Porque vosotros habéis impedido que una maquiavélica cabeza me borrara de este mundo y, lo que es aún peor, me privara de mi propio mundo.

Él dice que ya no tiene sentido que exista y, sobre todo, que ya no tiene sentido que escriba. Que soy un viejo de once años que se olvidó de Peter Pan. Que he cambiado y, pese a que prefiere cómo soy ahora, que ya no conservo nada de mi estilo original. Quizá sólo la querencia a la observación y las frases cortas a modo de sentencias pasajeras y olvidadas.

Él me quería poner apellido, darme tratamiento de don. Privarme de todos los impulsos de la adolescencia para relativizar mis decisiones. Todo bajo el imponente halo de un mundo que es una mierda, pero que él consigue ver optimista con su happysmo.

Él no quiere que pueda decirle lo que es una mierda, porque sabe que en el fondo -y, posiblemente, en la superficie- podrá encontrar la mínima tontería, el gracejo humorístico más vacío, para sacar una sonrisa a cualquier persona que haya dejado de creer en los sueños imposibles. Porque él sigue creyendo en ellos. Y los relata en mis palabras.

Él ha cambiado y yo con él. Y quiere desterrarme para ningunear todo lo que hemos vivido. Porque él ya no está de acuerdo con su pasado. Aunque no se arrepiente de nada. Porque ha conseguido ser feliz.

Él es feliz. Respira. Suspira. Cierra los ojos. Y se acuerda de cómo era hace más de una década. Y sonríe. Porque ha cambiado. Y porque, sobre todo, él disfruta de los que tiene a su alrededor. Sin agobios. Sólo un instante tras otro.

Él también me tiene a mí. Yo escribo por él cuando las palabras se le agolpan en la garganta y los sentimientos se le pierden en las ausencias.

Yo siempre estaré allí.

Kip.

PD: De Kip: "Yo siempre estaré allí".

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