- ¿Quién es Kip?- me preguntó.
- ¿Y quién lo sabe?- le respondí.
Nunca he sabido encontrar la mejor manera de responder a esa pregunta. Simplemente, no lo sé. Reconozco que me incomoda porque yo nunca voy preguntando cómo son los que me rodean. Les conozco, sólo un poco, aunque a veces tengo que imaginármelo. Normalmente, siempre con un trazado mejor que la realidad. Con caras de fotografías en fondo azul cielo.
¿Quién es Kip? Y yo que sé. Quizá podría describirme con características físicas, pero lo cierto es que mi peinado cambia moderadamente con el transcurso de los meses y mi forma de vestir pasó a ser secundaria según me iba haciendo más cómodo. O según fijaba mis objetivos en mayores retos. Paso de lo superfluo.
También podría contar mi pasado, pero lo olvidé ayer. Hace un segundo. Desde el mismo día que mi madre me parió en un lugar donde no quise nacer, pero que el destino me reservaba a base de herencia asmática y brazos flácidos. Ya ni siquiera me acuerdo de si en la guardería llevaba un baby azul o rojo y si todas las brechas que tatúan mi cabeza fueron reales o inventadas. De si lloré, reí, me meé en los pantalones el día que una niñita me dio mi primer beso o fumé cigarrillos a escondidas de los que le robaba a mi tío.
Tal vez debería hablarles de mis hobbies, aunque soy una persona asquerosa y complacientemente normal. Me gusta el cine, como a todos. Escucho música, mucha y sin seleccionar. Y a veces descubro canciones espectaculares en las que otros consideran auténticas mierdas. Luego vuelvo a los clásicos y analizo que no me compro un puto disco desde el año 1998. También leo, pero me falta tiempo y el que tengo lo empleo para escribir. Después me enfado con lo que he escrito y regreso a la lectura de mis libros preestablecidos. Sin embargo, en pequeños momentos descubro algunos originales y no paro de escribir citas en folios sueltos y libretas carcomidas. Al rato rompo las citas y vuelvo a escribir sobre mí mismo. Como todo el mundo, sólo que a veces no soy yo. Lo mismo hacen los políticos. Creo que la política es lo único que odio con verdadera devoción. Con tanta como para situarme enfrente de cada uno y escupirles a la cara la de veces que han fallado a la humanidad. La de veces que la fallaran. Lo a gusto que nos quedaríamos si todos ellos se fueran a la mierda. Si se refugiaran en un refugio antinuclear y pelearan en el barro con sus mentiras y promesas vacías. Tranquilos, creo que aún queda un sitio para el Papa. Le dejare unos preservativos para que prevenga el SIDA en África.
Al final, supongo que lo mejor sería contarles quién es Kip, que dice su cabeza. Pero me enredaría en rodeos y terminaríais sabiendo menos que antes, menos que yo mismo. Sólo sé que me he pasado toda mi vida intentando ser feliz. Sólo sé que me he pasado toda mi vida queriendo ser yo. Sólo sé que nadie debe saber más. Ni siquiera yo.
Kip.
PD: De Kip: "Aunque soy una persona asquerosa y complacientemente normal".
- ¿Y quién lo sabe?- le respondí.
Nunca he sabido encontrar la mejor manera de responder a esa pregunta. Simplemente, no lo sé. Reconozco que me incomoda porque yo nunca voy preguntando cómo son los que me rodean. Les conozco, sólo un poco, aunque a veces tengo que imaginármelo. Normalmente, siempre con un trazado mejor que la realidad. Con caras de fotografías en fondo azul cielo.
¿Quién es Kip? Y yo que sé. Quizá podría describirme con características físicas, pero lo cierto es que mi peinado cambia moderadamente con el transcurso de los meses y mi forma de vestir pasó a ser secundaria según me iba haciendo más cómodo. O según fijaba mis objetivos en mayores retos. Paso de lo superfluo.
También podría contar mi pasado, pero lo olvidé ayer. Hace un segundo. Desde el mismo día que mi madre me parió en un lugar donde no quise nacer, pero que el destino me reservaba a base de herencia asmática y brazos flácidos. Ya ni siquiera me acuerdo de si en la guardería llevaba un baby azul o rojo y si todas las brechas que tatúan mi cabeza fueron reales o inventadas. De si lloré, reí, me meé en los pantalones el día que una niñita me dio mi primer beso o fumé cigarrillos a escondidas de los que le robaba a mi tío.
Tal vez debería hablarles de mis hobbies, aunque soy una persona asquerosa y complacientemente normal. Me gusta el cine, como a todos. Escucho música, mucha y sin seleccionar. Y a veces descubro canciones espectaculares en las que otros consideran auténticas mierdas. Luego vuelvo a los clásicos y analizo que no me compro un puto disco desde el año 1998. También leo, pero me falta tiempo y el que tengo lo empleo para escribir. Después me enfado con lo que he escrito y regreso a la lectura de mis libros preestablecidos. Sin embargo, en pequeños momentos descubro algunos originales y no paro de escribir citas en folios sueltos y libretas carcomidas. Al rato rompo las citas y vuelvo a escribir sobre mí mismo. Como todo el mundo, sólo que a veces no soy yo. Lo mismo hacen los políticos. Creo que la política es lo único que odio con verdadera devoción. Con tanta como para situarme enfrente de cada uno y escupirles a la cara la de veces que han fallado a la humanidad. La de veces que la fallaran. Lo a gusto que nos quedaríamos si todos ellos se fueran a la mierda. Si se refugiaran en un refugio antinuclear y pelearan en el barro con sus mentiras y promesas vacías. Tranquilos, creo que aún queda un sitio para el Papa. Le dejare unos preservativos para que prevenga el SIDA en África.
Al final, supongo que lo mejor sería contarles quién es Kip, que dice su cabeza. Pero me enredaría en rodeos y terminaríais sabiendo menos que antes, menos que yo mismo. Sólo sé que me he pasado toda mi vida intentando ser feliz. Sólo sé que me he pasado toda mi vida queriendo ser yo. Sólo sé que nadie debe saber más. Ni siquiera yo.
Kip.
PD: De Kip: "Aunque soy una persona asquerosa y complacientemente normal".
Kip es un grande. Mucho más cercano espacio-temporalmente a lo que es ahora mismo de lo creo quiere hacer creer - y contar-, supongo q de ahí el último párrafo...Como siempre Kip,buenísimo
ResponderEliminarKip, no tengo muy claro si te estás definiendo a tí o mí. Me siento asombrosamente identificado y escrito por otra persona me gusto, algo que no me pasa muy a menudo, pero suena de otra forma.
ResponderEliminarNo tengo ni la menor idea de quién es Kip, debe esconderse tras los coches, o a la vuelta de una esquina, pero seguiré leyéndole.
ResponderEliminarMaldito Kip! se esconde bien, y escribe mejor. Qué gustazo.
ResponderEliminarA Álvaro: Eh?... Me he perdido...
ResponderEliminarA Dani: A mí me gustaría que tú escribieras... Sobre ti mismo o sobre quien quieras... Escribes muy bien como para no hacerlo...
A Ana: Te ayudaremos a buscarle...
A Edu: Gracias...